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La pregunta es bien simple y clara y la contestación también lo es: las citas no son suficientes.
Más complicado es contestar qué ha pasado para llegar a tal situación y qué se puede hacer para arreglarlo.
Muchos abogados desde hace meses nos encontramos con un problema nada jurídico, es más difícil lograr la cita para presentar un expediente que preparar el expediente en sí. Y, sin embargo, vemos cada día la oficina de extranjería llena de solicitantes, pero, resulta casi un milagro lograr la cita ¿Entonces, hay citas o no las hay? La contestación es que sí, las hay, como apropiadamente responden desde la Oficina de extranjería, si se dirige una queja por la situación de las citas. Las citas se daban, se dan y se darán. Se sacan cada día un determinado número de citas, las personas las cogen y más tarde, se presenta el pertinente expediente el día de la cita. Entonces, ¿dónde se encuentra el inconveniente?
El problema es que el número de citas es insuficiente. Así, para el trámite de arraigo (la autorización por circunstancias inusuales de arraigo), se sacan un determinado número de citas en diferentes momentos del día, pero, ¡las citas no duran ni un minuto porque las buscan muchísimas personas! Ello implica que incluso entrando múltiples veces al día, si no entras en el instante exacto cuando ponen las citas, tienes poquísimas posibilidades de lograrlas. Eso implica que cada vez haya más personas que tienen necesidad de presentar el expediente, y, en consecuencia, menos probabilidades para conseguir una cita.
¿Cuál son las consecuencias de no poder coger la cita?
La consecuencia más inmediata es no poder presentar el expediente.
Hablando del trámite de arraigo, trámite que únicamente se puede presentar llevando en el territorio de España más de tres años, la consecuencia más inmediata, que la persona tiene que aguardar, a veces, otros múltiples meses para solo presentar el expediente, lo que implica, que para regularse (o sea, conseguir su permiso de vivienda y trabajo) deberá aguardar mucho más; lo que, implica, que no va a poder no solo ir a su país a visitar a sus familiar, no podrá abrir una cuenta corriente, mas tampoco el empleador que le está ofreciendo un contrato para poder trabajar y cotizar por ese trabajador, no podrá darle de alta, hasta que, primero, se presente el expediente, y posteriormente, salga favorable.
Otra de las consecuencias de este inconveniente es la aparición de terceros, figuras legos en derecho, que ofrecen el servicio de lograr una cita por un precio, en ocasiones bastante elevado, lo que nos lleva a la venta/reventa/fraudes y, en consecuencia, proliferación de conductas que atañen extranjería que, a veces, llevan a una situación rozando el límite legal, e incluso teniendo presente que previamente fueron acusados y llevados frente a la justicia personas que manipulaban o traficaban con las citas.
Y es que, es imposible evitarlo y es una ley del mercado: cuando existe mucha demanda, aparecerá la oferta.
Y obviamente, no podemos parar de olvidar un hecho inevitable consecuencia de este inconveniente que es la caducidad de los documentos. De este modo, para este género de trámites hay que presentar documentación, como certificados de antecedentes penales, certificado de nacimiento o de matrimonio, que muchas veces hay que pedirlo en el país de origen y, que, tiene un precio que no todos se pueden permitir pagar varias veces, lo que supone para el extranjero un desembolso económico esencial, en especial si se tarda en conseguir la cita varias meses.
Pero ¿qué ha pasado para que en cuestión de meses la situación haya alterado tan radicalmente?
Primeramente: el cierre de las oficinas.
Ya muchas son las oficinas cerradas, como la de Coslada, de Alcobendas y Manuel Luna.
Segundo: la reducción del personal.
No sólo por el hecho de una causa natural como sería la jubilación de los funcionarios, pero también muchos del personal pide traslado a otros Ministerios. Así, si hace un año en la Oficina de la calle Silva había cuatro o 5 funcionarios recibiendo expedientes de arraigo, hoy en día son únicamente 2 y deben compartir la oficina con otros funcionarios que han trasladado de las oficinas cerradas. Es de remarcar el hecho qué durante los días que coincidían con los días de ausencias por vacaciones, no había personal sustituyendo al funcionario en sus funciones, sino se daban la mitad de las citas para que fuesen posibles de atender por el personal que quedaba en la Oficina.
Todo ello supuso que se debió reducir el número de citas, luego, menos personas obtienen las citas, y por tanto, menos probabilidad tenga que coger una.
Y para finalizar, la cuestión más complicada, ¿Qué se puede hacer para solventarlo?
Si hemos visto que el cierre de las oficinas fue una de las causas del problema de las citas, como resulta lógico, la apertura y una adecuada organización del personal podría ser una posible y viable solución para este problema. Ahora bien, una de las críticas más evidentes es la carencia de recursos económicos, es decir, dinero para el pago del alquiler o bien el salario de los funcionarios, entre otros gastos. cita previa para huellas Desgraciadamente, ya llevamos más de un par de años con este inconveniente, y no ha habido ningún avance para solventarlo, puesto que lo razonable, es si el inconveniente persiste, buscar una solución, que en un caso así sería pedir más presupuesto y mejores condiciones para el personal en las Oficinas de Extranjería.
Otras de las posibles y viables soluciones sería la posibilidad de presentar los trámites de forma telemática. Es una solución fácil, rápida y que no solo resolvería el problema económico (porque tanto la plataforma como los registros electrónicos ya existen, por lo tanto, no haría falta destinar más recursos económicos para ello) sino que facilitaría el trabajo de los propios funcionarios, siendo los profesionales los que se ocuparían de presentar el expediente completo, subir la documentación como aportar y velar que se cumplan todos y cada uno de los requisitos del trámite a solicitar.
No es una novedad en Extranjería, pues muchos de los trámites se gestionan por la plataforma mercurio, así sea la las renovaciones/prórrogas, como las solicitudes iniciales de inversores, emprendedores, y actualmente: estudiantes y los de búsqueda de empleo entre otros.
No sería preciso eliminar la gestión de las citas en su totalidad, puesto que siempre y en toda circunstancia hay profesionales que preferirán la presentación personal del expediente; pero la aparición de la posibilidad de presentarlo mediante la plataforma (que existe) supondría la desaparición de ese inconveniente como una rápida administración desde el primer instante del expediente para tenerlo completo y listo para su resolución lo antes posible.
Socia de APAEM
Abogada ICAM 102308