La limpieza facial es probablemente una de las cosas más importantes que puede hacer por usted mismo, ya sea hombre o mujer. El proceso de limpieza, que se empleó en Oriente durante cientos y cientos de años, en realidad no es lavado, es un método completamente natural para adecentar y suprimir suavemente el maquillaje, la suciedad, el tónico y la crema hidratante, todo en un paso. Una mascarilla limpiadora facial suele ser una mezcla ligera y natural para aliviar y adecentar el semblante sin eliminar los aceites naturales de la piel. Marcha realmente bien en todo género de piel y es fácil de hacer usted mismo, con lo que guarde las variedades compradas en la tienda para ocasiones singulares.
Además de la limpieza facial que ayuda a suprimir los residuos de maquillaje y la grasa, hidrata la piel, creando un brillo más saludable. El objetivo principal de un facial hidratante es mantener la piel lo suficientemente hidratada como para mantener el crecimiento normal del colágeno, nuevas células de piel saludables y una textura flexible. La hidratación de la piel da la humedad esencial, pero el uso de un tónico que también contiene antioxidantes como la coenzima Q10 y la vitamina liposoluble de tipo E lo ayudará en su lucha contra los efectos perjudiciales de los radicales libres en su piel.
Para limpiar mi cara, por norma general empleo mis yemas de los dedos para masajear mi cara con un limpiador natural suave.
limpiador de poros amazon encuentro relajante para mis ojos, oídos y garganta, mas el limpiador verdaderamente no tiene fragancia. Si emplea un tónico que contiene coenzima Q10 o bien vitamina liposoluble de tipo E, va a haber algún género de olor asociado con él. Un tónico trabaja para adecentar las capas más profundas de la piel dejando un semblante fresco y brillante.
La limpieza de la cara no es un evento único. Debe hacerlo con regularidad y lavarse la cara cuando menos un par de veces al día. La mayor parte de los productos de limpieza facial tienen humectantes y / o bien agentes antibacterianos que deben utilizarse cuando menos una o bien un par de veces al día. Ciertas personas prefieren emplear una mascarilla de limpieza facial completa, otras prefieren utilizar un paño o una almohadilla para limpiarse la cara mientras que duermen.

El limpiador debe contener ácido salicílico, aceite de árbol de té, piedra pómez y / o gel bentone. Usar el producto incorrecto puede irritar su piel y empeorar su acne. Al adecentar los poros de la cara, debe intentar deshacerse de cualquier aceite, bacteria y cualquier residuo, como las células muertas de la piel, mientras limpia.
El paso inicial para hacer desaparecer los puntos negros de nuestro cutis es la limpieza diaria. Un ritual que debemos hacer por la mañana (ya antes de ejercer nuestra hidratante) y por la noche (ya antes de acostarnos). Y es que, aunque no hayamos llevado maquillaje durante el día, la acumulación de sebo y también impurezas en los poros contribuye del mismo modo a la proliferación de estos puntos negro. Ni qué decir tiene que si además no suprimimos con corrección los restos de maquillaje, el inconveniente se agudizará con toda seguridad.
Tener puntos negros no debería ser un inconveniente para maquillarno el semblante. Eso sí, si utilizamos una base de maquillaje inapropiada, podemos agudizar el inconveniente. Por aquello es importante optar por productos de maquillaje no comedogénicos, que no obstruyen los poros. En otros términos en particular fundamental en lo referido a la base.
Ante todo, lo que debemos tener claro es que los puntos negros no se deben manipular principalmente con las manos sin medida de aseo. Si lo hacemos, no solo no conseguiremos eliminarlos o bien reducirlos, si no que además vamos a correr el riesgo de inficionar la zona y provocar brotes de acné. Solo los profesionales, en centros estéticos cualificados, son capaces de manipular estos puntos negros sin ocasionar inconvenientes en el cutis. Aunque, si necesitamos hacernos una de estas limpiezas en casa, estos serían los pasos a seguir.
Limpieza de la cara en casa
poros obstruidos
En primera instancia, debemos adecentar nuestro semblante con agua y un jabón apropiado y respetuoso con nuestro tipo de cutis. Lo ideal es hacerlo con agua fría para estimular la circulación del área. Con este paso lograremos higienizar el ámbito para evitar posibles infecciones.
A continuación deberíamos avanzar con un baño de vapor que nos deje abrir los poros y desobstruirlos. Para esto calentaremos agua hasta el momento en que comience a evaporarse y nos pondremos encima a una distancia prudencial (unos 30 cm) con una toalla para retener el calor. Lo idóneo es continuar de esta forma durante unos 8-diez minutos.
Si nos resulta incómoda esta técnica, además podemos optar por un masaje de la cara con las yemas de los dedos para calentar la piel y facilitar la dilatación de los poros. O bien podemos aprovechar el vapor desarrollado al darnos una ducha desprendida o bien usar gasas con agua caliente sobre el semblante a lo largo de unos minutos.
Una vez se hayan conseguido dilatar los poros, es conveniente hacer una exfoliación con cualquier producto concreto para los poros. Podría ser más efectivo aplicarlo con ayuda de un cepillo de la cara, si bien además de esto podemos usar las manos. La finalidad de este paso es arrastrar las impurezas amontonadas en la piel, aunque una y otra vez de forma suave y respetuosa con el cutis.