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Hablemos sobre el pájaro Canario - 2773 del año 2021.

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El pájaro canario silvestre o bien serín canario (Serinus canaria)​ es una especie de ave paseriforme de la familia de los fringílidos (Fringillidae). A pesar de su nombre tanto común como científico es autóctono de varios subarchipiélagos de la Macaronesia: las islas Canarias, Turbes y Madeira, y no solo de las primeras. Su familiar más próximo es verdecillo europeo (S. serinus).

El pájaro canario se considera, según una ley del Gobierno de Canarias, el símbolo natural del archipiélago canario, junto con la palmera canaria.3​ Su hábitat natural se ubica en áreas semiabiertas, como huertos y arboledas. Hace el nido en arbustos o árboles.

Conforme Antonio Arnaiz-Villena el pájaro canario silvestre de la Macaronesia, seguramente, tiene unas estrechas relaciones genéticas con sus congéneres del continente africano. El origen de todos y cada uno de los canarios bien pudiera estar en las especies que viven en África del Sur.

El pájaro canario silvestre es de colores parduzcos en la parte superior y amarillo verdoso en la cara y partes inferiores.Es más grande y tiene menos contraste que otros pájaros de la misma familia, como el verdecillo, y su plumaje es más gris y cobrizo. Llega hasta los trece cm de longitud. Su esperanza de vida en estado salvaje acostumbra a ser de entre cinco y diez años, a lo sumo.

Si bien los canarios silvestres son de tonos apagados, desde el siglo XVII se ha cruzado selectivamente esta especie en cautividad, dando origen a los colores vivos conocidos hoy día (blanco, naranja, cobre, amarillo, etcétera) presentes en los canarios familiares. En verdad, el canario rojo fue el primer animal creado a través de selección genética,​ introduciendo los tonos rojos en el plumaje mediante el cruce con el cardenalito.

Este género de ave habita en una amplia variedad de ecosistemas, desde bosques de pino y lauro hasta en dunas de arena. Es más frecuente en áreas semiabiertas con árboles pequeños, tales como huertos y bosquecillos. Se da frecuentemente en hábitats creados por el hombre, como parques y jardines. Este ave se halla desde el nivel del mar hasta cuando menos una altitud de 760 metros. en Madeira, hasta mil cien metros en las Azores, y sobre 1500 metros sobre el nivel del mar, en las islas Canarias.

El pájaro Canario se nutre en el suelo o entre la flora baja, generalmente lo hace en bandadas. Su dieta se compone eminentemente de semillas, como las de las malas yerbas, las de poáceas y frutos. Asimismo se nutre de otras partes vegetales y de pequeños insectos.

Es un ave gregaria que con frecuencia anida en grupos, con cada pareja defendiendo un territorio pequeño. El nido es en forma de cuenco, y lo construyen sobre un árbol o bien arbusto a una altura superior a ciento sesenta cm del suelo, más comúnmente a entre tres a 4 m. Está bien oculto entre las hojas, a menudo en el extremo de una rama. Está hecho de fibras vegetales, hierba, musgo y otros materiales de plantas, y forrado con materiales suaves, como pelos y plumas. Los huevos son depositados entre enero y julio en las islas Canarias, de marzo a junio con un pico de abril y mayo en Madeira, y de marzo a julio con un pico de mayo y junio en las Turbes.

Estas aves son de color azul pálido o azul-verde con manchas violeta o bien rojizo concentradas en el extremo menos en punta. Cada nidada contiene de 3 a cinco huevos, consiguiendo producir de forma exitosa un promedio de dos a tres crías al año. Los huevos se incuban entre 13 y 14 días y los polluelos abandonan el nido a partir de los catorce días hasta los veintiún días, con mayor frecuencia entre los quince y diecisiete días.

El pájaro canario doméstico fue criado por vez primera en el siglo XVII. Los ejemplares capturados en su hábitat original fueron llevados a Europa por marineros españoles. Su cría se hizo muy popular en las cortes de los reyes europeos y sus costes eran prohibitivos.​ Los frailes fueron los que empezaron a criarlo, y para hacer que el coste se mantuviera alto, solo vendían ejemplares machos, que son los que cantan. Finalmente, algunos criadores de estas aves italianos consiguieron hembras y fueron capaces de reproducirlos por sí solos, con lo que se hicieron muy populares en toda Europa continental. En Inglaterra en un comienzo eran propiedad solo de personas adineradas pero, con el tiempo, comenzaron a ser criados asimismo allá haciéndose muy populares y brotando muchas razas por medio de la cría selectiva.

Desde el siglo XVII, y partiendo de ejemplares de aves silvestres de plumaje con color gris-parduzco en la parte dorsal y amarillo-verdoso en la cara ventral, una prolongada y también intensa selección artificial de los criadores de todo el planeta repercutió en la creación de un significativo número de razas, las que, ateniéndonos al objetivo para el que fueron elegidas, los canaricultores las acostumbran a dividir en tres grandes grupos: canarios de canto, canarios de color, y canarios de forma. La paciente cruza selectiva ha dado origen a los colores vivos conocidos en nuestros días, entre los que se encuentran el blanco puro, crema pálido, pardo, ágata, dorado, amarillo refulgente, naranja, naranja-verdoso, cobre, rojo, negro o mosaico negro-bruno, pastel, opal, satiné, gris, topacio, ónix, cobalto, jaspe, etc. A través de la combinación de estos colores, se producen los cientos de colores de plumajes posibles.

El canario doméstico se cruza de forma fácil con otras especies de la familia de los fringílidos, incluso de otros géneros, como por poner un ejemplo con Jilgueros de la especie (Spinus barbatus).​ Ciertos híbridos son estériles, como el cruce entre canario y cabeza negra (Carduelis magellanica); el producto generado se lo llama mulito haciendo una analogía con el híbrido de un burro y una potranca. Otros son fértiles; de hecho, los plumajes con difíciles tonalidades de color rojo solo pudieron ser introducidas en el canario doméstico en el año mil ochocientos treinta y cinco, al cruzarlos con ejemplares del cardenalito, un ave nativa de Venezuela que cuenta de manera natural con un plumaje de tonos rojizos. El canario rojo resultante fue el primer animal creado gracias a la incorporación de genes de otra especie a través de selección genética.​ También se ha conseguido hibridarlos con el camachuelo común (Pyrrhula pyrrhula), entre otras muchas especies.

El pájaro Canario se alimenta de una mezcla de semillas, especialmente de alpiste y mijo, admitiendo además de esto, hierbas silvestres como el diente de león, verduras como la lechuga, el brócoli, las coles de Bruselas, hortalizas como la zanahoria rallada y frutas como la manzana, la pera, las naranjas. Hay en el comercio un suplemento concreto para la muda el que debe añadirse a la mezcla de costumbre.

A lo largo de la reproducción es esencial una buena alimentación. Se debe complementar con huevo de gallina, gelatina, pan rallado, o bien migas de galletas. También se les puede dar hueso de sepia para otorgar el calcio preciso para una correcta formación de las cáscaras de los huevos. A lo largo de la nutrición de los pichones se le aportan insectos vivos, y una dieta blanda rica en proteínas, junto con semillas germinadas.

Este tipo de pájaro precisa disponer de manera permanente de agua fresca para beber, que se debe cambiar todos los días.

El sitio donde se dispondrá la jaula va a deber tratarse de un sitio seco, fresco, y resguardado de temperaturas extremas de frío o bien calor, y de corrientes de aire. Algo de sol todo el año va a ser de su agrado, si bien en ciertas regiones cálidas puede llegar a fallecer si permanece en lugares radiantes sin un sombreamiento filtrado. Debe contar con de un recipiente para bañarse. Una vez por semana ha de limpiarse el fondo de la jaula para que no enferme. Si se le aporta un nido abierto, el canario preferirá dormir en él.

Es algo difícil determinar el sexo de los canarios por su aspecto, la intensidad del color, o bien por su comportamiento. Un dato clave es que la mayoría de los machos cantan y la mayoría de las hembras no lo hacen. Al aproximarse la primavera es posible observar algunos cambios físicos que se prestan como ayuda. El abdomen de la hembra se vuelve más redondeado.

Por lo general, en el canario familiar se activa el deseo de reproducirse cuando la longitud del día ronda más o menos las doce horas, Esto ocurre de forma natural en la primavera, pero puede ser inducido a que ocurra ya antes por medio de la iluminación artificial y la calefacción.

Se halla capaz para el apareamiento al cumplir los siete meses de vida; produciendo nuevas nidadas hasta la edad de cuatro años en el caso de las hembras, siendo 6 años en el caso de los machos.

A lo largo de los últimos días de invierno, se pone sola a una hembra en una jaula de cría; se divide la jaula por el medio con una reja o una chapa opaca y se pone un macho en el lado opuesto a donde quedó la hembra. Seguidamente, se le incluye en la sección de esta última una base de nido y el material para que lo construya, el que puede contener cacatúa arpillera, algodón, yute, papel de seda, hilos, plumas, fibras vegetales, pelos humanos o bien de cualquier mamífero, etcétera Al encontrarse tan próximo a la hembra, el macho cantará de manera continua y de manera potente y variada, tratando de seducir a su posible pareja. Cuando se observa una respuesta conveniente de la hembra, como por poner un ejemplo el aceptar que el macho la alimente de pico a pico a través de los barrotes, se va a poder correr la rejilla lo suficiente para permitir que el macho cruce al otro campo. Si todavía ella no se halla en celo seguramente se van a suceder riñas, por lo que va a haber que dividirlos nuevamente, y reiniciar el intento después de dos días, o cuando tenga la mayoría del nido construido, por lo que será más probable que acepte al macho. Si la hembra ya se halla en ese periodo, la pareja no va a entrar en conflicto y pronto se empezarán las montas por la parte del macho.

Después de unos siete días de los apareamientos, la hembra empieza a oviponer, a un ritmo de uno por día, hasta totalizar de uno a 6 huevos —generalmente de 3 a cinco—, los que son de color grisáceo a verde-azulado, salpicados con un punteado variable de color cobrizo o bien castaño; el tamaño promedio es de 19 mm de largo por quince mm de ancho.12​ Como al poner su segundo o tercer huevo la hembra comienza a incubarlos, algunos criadores retiran los primeros 2 o 3 huevos y los sustituyen con huevos falsos —hechos de plástico o bien porcelana—, los que solo serán nuevamente, trocados por los reales cuando la postura se haya completado. Esto hace que los huevos se incuben de manera acompasada, eclosionando así todos a la vez o bien en un periodo de pocas horas, lo que da una tasa de supervivencia mayor debido a la menor disparidad en el tamaño de los polluelos, lo que traería aparejado que ciertos puedan fallecer por apetito o bien aplastamiento. Hay que tener en consideración que en los primeros días los polluelos casi duplican su tamaño día a día.

El periodo de incubación fluctúa entre 12 y dieciséis días,​ siendo mayor cuanto más frío está el entorno, si bien por lo común es de entre trece y 14 días. Durante ese tiempo, en general la hembra se mantendrá sobre el nido para mantener el calor indispensable para que pueda madurar un pichón en todos y cada huevo. Aunque todo este proceso algo la desgasta, va a ser el macho el que le lleve el alimento hasta el nido. Finalmente los pichones rompen el cascarón, estando ciegos y prácticamente desnudos de plumas, salvo un tanto de plumón en el dorso y la cabeza. Su crecimiento es notable, puesto que con solo dieciocho a veinte días de vida ya tienen un tamaño afín al de sus progenitores, completamente emplumados y recorriendo el piso de la jaula.

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on Aug 01, 21