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16 razones y motivos para comprar como mascota un pajaro canario - 9793 del año 2021.

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El pájaro canario silvestre o serín canario (Serinus canaria)​ es una suerte de ave paseriforme de la familia de los fringílidos (Fringillidae). Pese a su nombre tanto común como científico es autóctono de múltiples subarchipiélagos de la Macaronesia: las islas Canarias, Azores y Madeira, y no solo de las primeras. Su pariente más cercano es verdecillo europeo (S. serinus).

El pájaro canario se considera, según una ley del Gobierno de Canarias, el símbolo natural del archipiélago canario, conjuntamente con la palmera canaria.3​ Su hábitat natural se ubica en áreas semiabiertas, como huertos y florestas. Hace el nido en arbustos o bien árboles.

Conforme Antonio Arnaiz-Villena el pájaro canario silvestre de la Macaronesia, seguramente, tiene unas angostas relaciones genéticas con sus congéneres del continente africano. El origen de todos los canarios bien pudiese estar en las especies que viven en África del Sur.

El pájaro canario silvestre es de colores parduzcos en la parte superior y amarillo verdoso en la cara y partes inferiores.Es más grande y tiene menos contraste que otros pájaros de exactamente la misma familia, como el verdecillo, y su plumaje es más gris y marrón. Llega hasta los trece cm de longitud. Su esperanza de vida en estado salvaje acostumbra a ser de entre 5 y diez años, como máximo.

Aunque los canarios silvestres son de tonos apagados, desde el siglo XVII se ha cruzado selectivamente esta especie en cautividad, dando origen a los colores vivos conocidos hoy día (blanco, naranja, cobre, amarillo, etc.) presentes en los canarios domésticos. De hecho, el canario colorado fue el primer animal creado mediante selección genética,​ introduciendo los tonos colorados en el plumaje a través de el cruce con el cardenalito.

Este género de ave habita en una extensa variedad de ecosistemas, desde bosques de pino y lauro hasta en dunas de arena. Es más habitual en áreas semiabiertas con árboles pequeños, como huertos y bosquecillos. Se da a menudo en hábitats creados por el hombre, tales como parques y jardines. Este ave se encuentra desde el nivel del mar hasta por lo menos una altitud de setecientos sesenta metros. en Madeira, hasta mil cien metros en las Azores, y por encima de mil quinientos metros sobre el nivel del mar, en las islas Canarias.

El pájaro Canario se alimenta en el suelo o entre la vegetación baja, generalmente lo hace en bandadas. Su dieta se compone eminentemente de semillas, como las de las malas hierbas, las de poáceas y frutos. También se alimenta de otras partes vegetales y de pequeños insectos.

Es un ave gregaria que frecuentemente anida en conjuntos, con cada pareja defendiendo un territorio pequeño. El nido es en forma de cuenco, y lo construyen sobre un árbol o arbusto a una altura superior a ciento sesenta cm del suelo, más comúnmente a entre 3 a 4 m. Está bien oculto entre las hojas, a menudo en el extremo de una rama. Está hecho de fibras vegetales, hierba, musgo y otros materiales de plantas, y forrado con materiales suaves, como pelos y plumas. Los huevos son depositados entre enero y julio en las islas Canarias, de marzo a junio con un pico de abril y mayo en Madeira, y de marzo a julio con un pico de mayo y junio en las Turbes.

Estas aves son de color azul pálido o azul-verde con máculas violeta o bien rojizo concentradas en el extremo menos en punta. Cada nidada contiene de tres a 5 huevos, consiguiendo producir de manera exitosa un promedio de 2 a 3 crías al año. Los huevos se incuban entre 13 y catorce días y los polluelos abandonan el nido a partir de los 14 días hasta los 21 días, con una mayor frecuencia entre los 15 y diecisiete días.

El pájaro canario doméstico fue criado por vez primera en el siglo XVII. Los ejemplares capturados en su hábitat original fueron llevados a Europa por marineros españoles. Su cría se hizo muy popular en las cortes de los reyes europeos y sus costes eran prohibitivos.​ Los monjes fueron los que comenzaron a criarlo, y para hacer que el costo se mantuviera alto, solo vendían ejemplares machos, que son los que cantan. Finalmente, ciertos criadores de estas aves italianos consiguieron hembras y fueron capaces de reproducirlos por sí solos, con lo que se hicieron muy populares en toda Europa continental. En Inglaterra en un principio eran propiedad solo de personas adineradas pero, con el tiempo, comenzaron a ser criados también allá haciéndose muy populares y agapornis personata surgiendo muchas razas mediante la cría selectiva.

Desde el siglo XVII, y partiendo de ejemplares de aves silvestres de plumaje con color gris-parduzco en la parte dorsal y amarillo-verdoso en la cara ventral, una prolongada e intensa selección artificial de los criadores de todo el mundo repercutió en la creación de un significativo número de razas, las que, ateniéndonos al objetivo para el que fueron elegidas, los canaricultores las suelen dividir en tres grandes grupos: canarios de canto, canarios de color, y canarios de forma. La paciente cruza selectiva ha dado origen a los colores vivos conocidos en la actualidad, entre los cuales se encuentran el blanco puro, crema pálido, pardo, ágata, dorado, amarillo refulgente, naranja, naranja-verdoso, cobre, colorado, negro o bien mosaico negro-bruno, pastel, opal, satiné, gris, topacio, ónix, cobalto, mármol, etcétera A través de la combinación de estos colores, se generan los cientos de colores de plumajes posibles.

El canario doméstico se cruza sencillamente con otras especies de la familia de los fringílidos, aun de otros géneros, como por servirnos de un ejemplo con Jilgueros de la especie (Spinus barbatus).​ Algunos híbridos son estériles, como el cruce entre canario y cabecita negra (Carduelis magellanica); el producto generado se lo llama mulito haciendo una analogía con el híbrido de un burro y una potranca. Otros son fértiles; en verdad, los plumajes con bastante difíciles tonalidades de color colorado solo pudieron ser introducidas en el canario familiar en el año mil ochocientos treinta y cinco, al cruzarlos con ejemplares del cardenalito, un ave nativa de Venezuela que cuenta de manera natural con un plumaje de tonos rojizos. El canario rojo resultante fue el primer animal creado gracias a la incorporación de genes de otra especie mediante selección genética.​ También se ha conseguido hibridarlos con el camachuelo común (Pyrrhula pyrrhula), entre otras muchas especies.

El pájaro Canario se nutre de una mezcla de semillas, de forma especial de alpiste y mijo, aceptando además, hierbas silvestres como el diente de león, verduras como la lechuga, el brócoli, las coles de Bruselas, hortalizas como la zanahoria rallada y frutas como la manzana, la pera, las naranjas. Hay en el comercio un suplemento específico para la muda el cual debe añadirse a la mezcla de costumbre.

A lo largo de la reproducción es esencial una buena nutrición. Se debe complementar con huevo de gallina, gelatina, pan rallado, o migas de galletas. También se les puede dar hueso de sepia para otorgar el calcio preciso para una adecuada capacitación de las cascarillas de los huevos. A lo largo de la alimentación de los pichones se le aportan insectos vivos, y una dieta blanda rica en proteínas, conjuntamente con semillas germinadas.

Este género de pájaro precisa disponer de manera permanente de agua fresca para tomar, que se debe mudar todos los días.

El sitio donde se dispondrá la jaula deberá tratarse de un sitio seco, fresco, y resguardado de temperaturas extremas de frío o calor, y de corrientes de aire. Algo de sol todo el año va a ser de su agrado, si bien en ciertas zonas cálidas puede llegar a morir si continúa en lugares radiantes sin un sombreamiento filtrado. Debe contar con de un recipiente para bañarse. Una vez por semana ha de limpiarse el fondo de la jaula a fin de que no enferme. Si se le aporta un nido abierto, el canario va a preferir dormir en él.

Es algo bastante difícil determinar el sexo de los canarios por su aspecto, la intensidad del color, o por su comportamiento. Un dato clave es que la mayoría de los machos cantan y la mayoría de las hembras no lo hacen. Al aproximarse la primavera es posible observar ciertos cambios físicos que se prestan como ayuda. El abdomen de la hembra se vuelve más redondeado.

Generalmente, en el canario doméstico se activa el deseo de reproducirse cuando la longitud del día ronda aproximadamente las doce horas, Esto ocurre de forma natural en la primavera, pero puede ser inducido a que ocurra ya antes por medio de la iluminación artificial y la calefacción.

Se encuentra apto para el apareamiento al cumplir los siete meses de vida; produciendo nuevas nidadas hasta la edad de cuatro años en el caso de las hembras, siendo 6 años en el caso de los machos.

A lo largo de los últimos días de invierno, se coloca sola a una hembra en una jaula de cría; se divide la jaula por el medio con una reja o bien una chapa opaca y se pone un macho en el lado opuesto a donde quedó la hembra. Seguidamente, se le incluye en la sección de esta última una base de nido y el material para que lo edifique, el cual puede contener arpillera, algodón, yute, papel de seda, hilos, plumas, fibras vegetales, pelos humanos o bien de cualquier mamífero, etc. Al encontrarse tan cercano a la hembra, el macho va a cantar continuamente y de manera potente y variada, tratando de cautivar a su posible pareja. Cuando se observa una contestación favorable de la hembra, como por poner un ejemplo el admitir que el macho la nutra de pico a pico mediante los barrotes, se va a poder correr la reja lo bastante para permitir que el macho cruce al otro campo. Si todavía ella no se encuentra en celo probablemente se sucederán peleas, por lo que habrá que dividirlos de nuevo, y reiniciar el intento después de dos días, o bien cuando tenga la mayor parte del nido construido, por lo que va a ser más probable que admita al macho. Si la hembra ya se halla en ese periodo, la pareja no entrará en conflicto y pronto se empezarán las montas por la parte del macho.

Luego de unos 7 días de los apareamientos, la hembra empieza a oviponer, a un ritmo de uno al día, hasta totalizar de uno a seis huevos —generalmente de tres a cinco—, los que son de color grisáceo a verde-azulado, salpicados con un punteado variable de color marrón o bien castaño; el tamaño promedio es de diecinueve mm de largo por 15 mm de ancho.12​ Como al poner su segundo o tercer huevo la hembra comienza a incubarlos, ciertos criadores retiran los primeros dos o 3 huevos y los reemplazan con huevos falsos —hechos de plástico o bien porcelana—, los que solo van a ser nuevamente, trocados por los reales cuando la postura se haya completado. Esto provoca que los huevos se incuben de manera acompasada, eclosionando de esta manera todos al unísono o en un periodo de pocas horas, lo que da una tasa de supervivencia mayor debido a la menor disparidad en el tamaño de los polluelos, lo que traería aparejado que algunos puedan fallecer por apetito o aplastamiento. Hay que tener en cuenta que en los primeros días los polluelos casi duplican su tamaño cada día.

El periodo de incubación oscila entre 12 y dieciséis días,​ siendo mayor cuanto más frío está el entorno, si bien por lo común es de entre 13 y 14 días. Durante ese tiempo, normalmente la hembra se mantendrá sobre el nido para sostener el calor indispensable para que pueda madurar un pichón en cada huevo. Aunque todo este proceso algo la debilita, va a ser el macho el que le lleve el alimento hasta el nido. Finalmente los pichones rompen el cascarón, estando ciegos y casi desnudos de plumas, salvo un tanto de plumón en el dorso y la cabeza. Su desarrollo es notable, ya que con solo dieciocho a veinte días de vida ya poseen un tamaño afín al de sus padres, plenamente emplumados y recorriendo el piso de la jaula.

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on Sep 26, 21