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Opinion experta sobre pajaros jilgueros - Articulo numero: 640780077220

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El pajaro Jilguero presenta una longitud de once-trece con cinco cm, una extensión de veintiuno-25,5 cm, un peso de 14-19 g y una longevidad de siete a diez años (en cautividad) El pajaro jilguero europeo presenta una cabeza tricolor con máscara facial roja y alas negras con franja amarilla.

El plumaje de un pajaro jilguero adulto se identifica por una cabeza muy propia y conspicua, con aspecto tricolor, máscara facial roja, y dibujo cefálico blanco y negro. El pico es típico y amoldado a su nutrición. Cónico, esbelto, afilado, de color pálido. Por otra parte, el cuerpo en la parte delante es blanquecino, bordeado de ocre, al tiempo que la parte trasera marronácea.

El ala muy distintiva y conspicua, tanto con el ave posada, como en vuelo. Negra, con ancha franja alar amarilla; máculas blancas en la punta de las rémiges de tamaño variable, dependiendo del desgaste. La cola es negra, escotada, presentando rectrices con puntas blancas.

El plumaje juvenil presentan alas idénticas a los adultos, una cabeza y cuerpo gris pardo uniforme y moteado. Adquiere el habitual dibujo cefálico tricolor tras la primera muda parcial en otoño. Existen también plumajes intermedios, los cuales son indistinguibles del adulto salvo con el ave en mano, en cuyo caso, en dependencia de la época y el ciclo de muda, se aprecia por rémiges, cobertoras alares y rectrices.

El macho y la hembra del jilguero son muy similares, apenas existe dimorfismo sexual. Con el ave en la mano, o bien en condiciones de observación muy favorables, el macho presenta mayor cantidad de colorado en la cara, y plumillas nasales en general más oscuras. La variación estacional es inexistente, sin embargo, el desgaste progresivo del plumaje, reduce (e inclusive suprime) las puntas blancas de rémiges y rectrices, recuperándolas tras la muda completa postnupcial.

Debido a su cabeza tricolor, y a su conspicua coloración alar, resulta inconfundible con otras especies. Los ejemplares juveniles pueden inducir a cierta confusión con hembras y también inmaduros de otros fringílidos marronáceos, pero solo en el caso de que la observación no incluya el ala.

Los ciclos de muda en juveniles es parcial a lo largo del verano, mientras que en adultos la muda es completa también durante el verano.

El jilguero europeo se distribuye a lo largo del paleártico occidental. Suele morar lindes de bosques, sotos, campiñas, zonas agrícolas, parques, jardines, huertos, frutaledas y, normalmente cualquier zona herbácea, de forma especial si existe abundancia de cardos (comestible predilecto de la especie); la clave es presencia mínima de arbolado. Cría sin dificultades en pueblos y urbes.

Muestra predilección por ambientes calurosos, siendo menos usual observarlo a medida que aumenta la altitud. Ha sido convocado en los Alpes suizos a dos mil cuatrocientos m s. n. m.; en los Pirineos catalanes a 2000 m s. n. m., y en Sierra Nevada a 1850 m s. n. m..

Su predilección por las plantas ruderales, singularmente cardos y centaureas, explica las altas exuberancias de jilgueros en vegas y olivares, hábitats que aportan árboles para emplazar el nido, y terrenos despejados donde buscar semillas.

En migración resulta ubicuo. En invierno también frecuenta yermos y otras zonas abiertas si bien no estén arboladas.

Generalmente acostumbran a criar un par de veces durante un año. La primera puesta comienza a mediados de marzo o bien principio de abril. La segunda puesta se realiza a continuación de la primera. Raramente se producen tres puestas.

La puesta consta de cinco o bien 6 huevos de color blanco con finas motas rojizas. La incubación dura entre doce y trece días, periodo en el que con cierta frecuencia el macho nutre a su pareja en el nido. El nido, construido casi exclusivamente por la hembra, tiene forma de copa y se instala en las horquillas de las ramas más altas de ciertos árboles o bien arbustos.

Los polluelos, que son nidícolas, abandonan el nido y se independizan de los padres a los quince días aproximadamente, alcanzan el plumaje terminante tras la muda otoñal.

El jilguero europeo se comporta como parcialmente migrador. Las poblaciones nórdicas migran al sur; los cuarteles de invierno se ubican en la zona mediterránea. Las poblaciones meridionales pueden ser sedentarias, errantes, e inclusive migradoras hacia el norte de África. La migración es diurna, en grupos más o menos abundantes. El paso migratorio es prolongado; el grueso de la migración otoñal se genera entre septiembre y noviembre; el de la primavera se genera entre febrero y mayo.

En zonas como España se considera un migrador parcial, recibiendo invernantes procedentes de Centroeuropa; el paso otoñal se produce sobre todo en el mes de octubre y noviembre, y la vuelta transcurre entre marzo y mayo.

Los individuos ibéricos semejan desamparar mayoritariamente muchas de sus localidades de cría para desplazarse al norte de África, dando sitio a una increíble concentración otoñal en el estrecho de Gibraltar, donde resulta ser el fringílido más rebosante en migración al unirse con migradores más norteños; en este sentido se han convocado altísimas densidades al sur de Cádiz del orden de 65 aves por cada diez hectáreas.

Genéticamente se ha definido la especie parental existente del jilguero común (Carduelis carduelis). Es el Carduelis citrinella el que seguramente dio sitio a estos jilgueros comunes eurasiáticos en las islas del Mediterráneo, en la llamada Crisis Mesiniense, cuando el mar Mediterráneo se hallaba prácticamente seco y era un conjunto de charcos salinos de mayor o menor profundidad.

Las aves son animales vertebrados, de sangre caliente, que pasean, brincan o se sostienen solo sobre las extremidades posteriores, al paso que las extremidades precedentes han evolucionado hasta transformarse en alas que, del mismo jilguero modo que muchas otras peculiaridades anatómicas únicas, les permiten, en la mayor parte de los casos, volar, aunque no todas vuelan. Tienen el cuerpo cubierto de plumas y, las aves sensu stricto, un pico córneo sin dientes. Para reproducirse ponen huevos que incuban hasta su eclosión.

Su conjunto taxonómico se denomina clase Aves (la palabra es latina y está en plural, en singular sería avis)4​ para la sistemática tradicional, mas en la sistemática filogenética actual este clado no tiene rango, y es incluido a su vez sucesivamente en los clados: Theropoda, Dinosauria, Archosauria, Sauropsida, Tetrapoda, etc., si bien hay más anidamientos intermedios con denominación.

Las aves se originaron desde dinosaurios carnívoros bípedos del Jurásico, hace entre ciento cincuenta y doscientos millones de años y, de hecho, son los únicos dinosaurios que subsistieron a la extinción masiva producida al final del Mesozoico. Por tanto, la sangre caliente, que es la característica más notable que comparten con los mamíferos, es un resultado de evolución coincidente, pues no hay un antepasado común a ambos grupos que tuviera este rasgo. Su evolución dio sitio, tras una fuerte radiación, a las más de diez mil especies actuales ​(más 153 extintas en tiempos históricos).​ Las aves son los tetrápodos más diversos; sin embargo, tienen una gran homogeneidad morfológica en comparación con los mamíferos. Las relaciones de parentesco de las familias de aves no siempre pueden definirse por morfología, mas con el análisis de ADN comenzaron a dilucidarse.

Las aves habitan en todos y cada uno de los biomas terrestres y también en todos los océanos. El tamaño puede ser desde seis con cuatro cm en el colibrí zunzuncito hasta 2,74 metros en el avestruz. Los comportamientos son diversos y notables, como en la anidación, la nutrición de las crías, las migraciones, el apareamiento y la tendencia a la asociación en conjuntos. La comunicación entre las aves es variable y puede implicar señales visuales, llamadas y cantos. Ciertas emiten gran diversidad de sonidos, y se destacan por su inteligencia y por la capacidad de transmisión cultural de conocimientos a nuevas generaciones.

El ser humano ha tenido una intensa relación con las aves. En la economía humana las aves de corral y las cinegéticas son fuentes de comestible. Las canoras y los loros son populares como mascotas. Se utiliza el plumón de patos y gansos familiares para rellenar almohadas, y ya antes se cazaban muchas aves para adornar sombreros con sus plumas. El guano de las aves se utiliza en la fertilización de suelos. Ciertas aves son veneradas o bien repudiadas por motivos religiosos, supercherías o bien por prejuicios equivocados. Muchas son símbolos culturales y referencia frecuente para el arte. En los últimos 500 años se han extinguido más de ciento cincuenta especies como consecuencia de actividades humanas, y, actualmente, son más de mil doscientas las especies de aves amenazadas que necesitan sacrificios para su conservación.

Los loros se identifican por tener un pico encorvado, con una quijada inferior con determinada movilidad en su conexión con el cráneo y ubicada en una posición bastante vertical. Además de esto tienen una gran capacidad craneal y son uno de los grupos de aves más inteligentes. Son aves que vuelan bien y son capaces de agarrarse a las ramas de los árboles y escalar por ellas con destreza, gracias a sus garras prensiles zigodáctilas (con dos dedos hacia delante y 2 hacia atrás).

Otra característica de los loros es la intensa coloración de su plumaje. El color predominante del plumaje de los papagayos es el verde, si bien la mayor parte de las especies tienen además algo de rojo, azul, amarillo y otros colores en distintas cantidades. La coloración de las plumas de los loros se debe tanto a los pigmentos como a estructuras especiales de sus plumas, como la textura de Dyck, que dispersan la luz produciendo la aparición de colores como el azul (componente fundamental del verde). Se diferencian de sus parientes las cacatúas en que carecen de sus propios penachos eréctiles en la cabeza. También difieren de ellas en las tonalidades del plumaje, las cacatúas son predominantemente blancas o bien negras, y si bien asimismo pueden presentan colores rosados, colorados, amarillos o bien anaranjados, las cacatúas carecen por completo de los tonos verdes y azules en sus plumajes.

La mayoría de los loros típicos se alimentan primordialmente de semillas. Hay algunas alteraciones individuales entre especies que además incluyen en su dieta frutos, hojas, insectos y otras pequeñas presas ocasionalmente. Los loris son predominantemente nectarívoros, si bien otras especies también consumen néctar esporádicamente.

Los miembros de Psittacoidea son especies predominantemente monógamas que acostumbran a anidar en cavidades, tanto de los árboles como en túneles escavados en terraplenes.

Algunas especies pueden imitar gran diversidad de sonidos, incluyendo la voz humana, aunque no tienen cuerdas vocales sino que emplean un órgano situado en la base de la tráquea conocido como siringe.

El periquito mide cerca de dieciocho cm de la cabeza a la punta de la cola, y pesa cerca de 35 g. La variedad silvestre tiene las partes inferiores de color verde claro plano, con la cabeza amarilla con un propio listado negro en su parte trasera, al igual que el resto de las partes superiores del cuerpo y alas, aunque con fondo verde amarillento. En cambio su garganta y frente son de color amarillo plano, con una pequeña mácula morada en la mejilla y tres manchas negras enmarcando cada lateral de base de la garganta. Su cola es de color cobalto con máculas amarillas en el centro de las plumas laterales. Las plumas de vuelo de las alas son negras y verdosas, y sus coberteras negras con bordes amarillos, y tienen máculas amarillas en el centro que solo se ven cuando despliegan las alas. Posee el pico muy curvado hacia abajo de color gris verdoso, y patas grises azuladas zigodáctilas, con 2 dedos cara delante y 2 cara atrás, que les facilita trepar por los árboles y alimentarse de semillas.

Los periquitos silvestres en su hábitat natural de Australia son notablemente más pequeños que los que se encuentran en cautividad. Además de esto los criadores de esta especie han logrado multitud de colores y capas de periquitos (ejemplos: azul, gris, gris-azul, pios, violeta, blanco, amarillo, amarillo-azul) aunque la mayor parte de los que se hallan en las tiendas de mascotas son azules, verdes y amarillos. Como en la mayoría de especies de papagayos el plumaje del periquito es fluorescente bajo la luz ultravioleta. Este fenómeno posiblemente está relacionado con el cortejo y la selección de pareja.​ Como muchas aves los periquitos tienen visión tetracromática, aunque a fin de que funcionen las 4 clases de conos simultáneamente se necesita la presencia de todo el espectro de la luz solar.​ El espectro ultravioleta hace relucir sus plumas, lo que ayuda a captar las parejas. Las manchas de su garganta reflejan la luz ultravioleta y podrían usarse para distinguir individualmente a cada periquito.

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on Mar 04, 22